A IMAGEN Y SEMEJANZA
La propuesta empresarial de la Compañía Kemmerich
poco tenía de original y sí mucho de experimentada. Basada en métodos probados
que habían dado muestra fehaciente de éxito comercial, en rigor se trataba de
competir con el extracto de Liebig’s Extract of Meat Company Limited a partir
de una empresa “espejo” que produjese en Santa Elena un concentrado cárnico
igual al que se fabricaba en Fray Bentos. Las similitudes resultan abrumadoras.
Enumerémoslas como paso previo a un análisis más detallado.
1) Razón social. Ambas pretendían trasmitir un mismo mensaje semiótico.
2) Ubicación. Similitudes topográficas, socioeconómicas y culturales entre
Fray Bentos y Santa Elena. En ambas localidades, además, existía una ausencia
casi absoluta del Estado.
3) Materia prima utilizada: Ganado criollo o poco mestizado.
4) Principal producto elaborado: Muy similar, por no decir idéntico; tan
es así, que como veremos más adelante, en las plantas de Kemmerich, tanto en la
de Santa Elena como en la de San Javier (provincia de Santa Fe), primero se
produjo extracto con la marca de Liebig´s y luego esta empresa británica directamente
las arrendó durante una década.
5) Comercialización, mercados y marketing. Ambas compañías aplicaron
metodologías muy parecidas. Sin embargo, a Liebig´s le fue “muy bien” y a
Kemmerich “más o menos”.
5) Integración vertical. Vimos en la primera entrega de este trabajo que
la principal desavenencia entre George Christian Giebert y el directorio de
Liebig´s Extract of Meat Company Limited radicado en Londres fue la política de
aquél de comprar y arrendar estancias para abastecer con ganado propio la
planta industrial de Fray Bentos. Aunque en ese momento Londres no convalidó la
decisión de Giebert, con el tiempo cambió de posición y continuó con la compra
de campos, no sólo en Uruguay sino también en Argentina, Paraguay y el sur de
Brasil. La Compañía
Kemmerich , de alguna manera heredera de esa aproximación al
negocio, desde su radicación en la Argentina apuntó a integrar la actividad
industrial a la ganadera.
6) Expansión a zonas de ganaderías atrasadas. Como para que el negocio
fuese rentable la materia prima para elaborar el “extracto” debía ser el ganado
criollo o poco mestizado (es decir barato), situación que se volvió más
acuciante tras el desarrollo de los frigoríficos que acapararon la oferta de
las haciendas de razas británicas y cruzas carniceras buenas, primero Kemmerich
y luego Liebig´s, se instalaron en Paraguay, lugar de ganadería atrasada y
donde, además, las regulaciones estatales eran prácticamente nulas.
7) Las semejanzas entre ambas empresas provocaron, por al menos durante
cien años, fenómenos muy afines en las dos ciudades en las que estaban
asentadas. Es más, la evolución -el auge primero, la decadencia después- que
vivieron desde entonces y hasta fines del siglo XX Fray Bentos y Santa Elena,
son asombrosamente similares.