miércoles, 1 de febrero de 2012

De Fray Bentos a Santa Elena; de Liebig`s a Kemmerich (2ª parte)


Tras repasar de manera muy sucinta en la primera entrega el proceso de más o menos 25 años transcurridos entre el descubrimiento del “extractum carnis” y la desvinculación de los sucesores de George Christian Giebert de la empresa pergeñada por éste, que había recreado a escala industrial el procedimiento de laboratorio inventado por el químico alemán Justus Von Liebig, llegamos finalmente a la República Argentina.
La localidad entrerriana de Santa Elena(14) se encuentra ubicada unos 135 quilómetros al norte de la capital de la provincia, en un pintoresco paisaje de profundos barrancos que caen abruptos sobre el caudaloso río Paraná, 
Desde octubre de 1871 la sociedad compuesta por Federico González y los hermanos Eustaquio y Norberto de la Riestra explotaba allí un saladero. Con escasa y rudimentaria tecnología, característica dominante del conjunto de la manufactura saladeril, el establecimiento producía tasajo y otros subproductos -cuero, grasa, sebo- que eran embarcados desde el propio puerto del saladero a los mercados del exterior en un velero de bandera española propiedad de José Sampera. Éste, tras descargar la carne salada en Brasil y Cuba continuaba viaje a España, de donde retornaba a Santa Elena con sal de Cádiz.            
En 1880 la recién fundada Société en commandite E. Kemmerich et Compagnie adquiere a González y de la Riestra las instalaciones del saladero y las 1.800 hectáreas de tierras circundantes en las que estaba enclavado. 


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Rodrigo Morales Bartaburu
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