jueves, 8 de marzo de 2012

De Fray Bentos a Santa Elena; de Liebig`s a Kemmerich (4ª parte)


A IMAGEN Y SEMEJANZA

La propuesta empresarial de la Compañía Kemmerich poco tenía de original y sí mucho de experimentada. Basada en métodos probados que habían dado muestra fehaciente de éxito comercial, en rigor se trataba de competir con el extracto de Liebig’s Extract of Meat Company Limited a partir de una empresa “espejo” que produjese en Santa Elena un concentrado cárnico igual al que se fabricaba en Fray Bentos. Las similitudes resultan abrumadoras. Enumerémoslas como paso previo a un análisis más detallado.  
1) Razón social. Ambas pretendían trasmitir un mismo mensaje semiótico.
2) Ubicación. Similitudes topográficas, socioeconómicas y culturales entre Fray Bentos y Santa Elena. En ambas localidades, además, existía una ausencia casi absoluta del Estado.
3) Materia prima utilizada: Ganado criollo o poco mestizado.
4) Principal producto elaborado: Muy similar, por no decir idéntico; tan es así, que como veremos más adelante, en las plantas de Kemmerich, tanto en la de Santa Elena como en la de San Javier (provincia de Santa Fe), primero se produjo extracto con la marca de Liebig´s y luego esta empresa británica directamente las arrendó durante una década.
5) Comercialización, mercados y marketing. Ambas compañías aplicaron metodologías muy parecidas. Sin embargo, a Liebig´s le fue “muy bien” y a Kemmerich “más o menos”.
5) Integración vertical. Vimos en la primera entrega de este trabajo que la principal desavenencia entre George Christian Giebert y el directorio de Liebig´s Extract of Meat Company Limited radicado en Londres fue la política de aquél de comprar y arrendar estancias para abastecer con ganado propio la planta industrial de Fray Bentos. Aunque en ese momento Londres no convalidó la decisión de Giebert, con el tiempo cambió de posición y continuó con la compra de campos, no sólo en Uruguay sino también en Argentina, Paraguay y el sur de Brasil. La Compañía Kemmerich, de alguna manera heredera de esa aproximación al negocio, desde su radicación en la Argentina apuntó a integrar la actividad industrial a la ganadera.   
6) Expansión a zonas de ganaderías atrasadas. Como para que el negocio fuese rentable la materia prima para elaborar el “extracto” debía ser el ganado criollo o poco mestizado (es decir barato), situación que se volvió más acuciante tras el desarrollo de los frigoríficos que acapararon la oferta de las haciendas de razas británicas y cruzas carniceras buenas, primero Kemmerich y luego Liebig´s, se instalaron en Paraguay, lugar de ganadería atrasada y donde, además, las regulaciones estatales eran prácticamente nulas.
7) Las semejanzas entre ambas empresas provocaron, por al menos durante cien años, fenómenos muy afines en las dos ciudades en las que estaban asentadas. Es más, la evolución -el auge primero, la decadencia después- que vivieron desde entonces y hasta fines del siglo XX Fray Bentos y Santa Elena, son asombrosamente similares.